¿Cultivo de lechuga hidropónica? Ten en cuenta estos consejos para iniciar tu cultivo

La lechuga es una de las hortalizas con más demanda en todo el mundo, partiendo de su facilidad de cultivo y cuidado. Dentro de las nuevas tendencias en cultivos, esta planta se adapta mucho más fácil a la hidroponía, tipo de cultivo que usa el agua como medio principal.

 

Por lo general, los cultivos hidropónicos cuentas con un proceso estandarizado para casi cualquier tipo de cultivo desarrollado en hidroponía casera o en huerta. Se debe tener en cuenta que las condiciones pueden cambiar según el tipo de planta que deseas cultivar en huerta.

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Consejos para tu cultivo de lechuga hidropónica

 

Sembrar y mantener un cultivo hidropónico de lechuga es mucho más sencillo de lo que se pueda imaginar, y más si es un cultivo hidropónico. A continuación algunos consejos que, de seguro, ayudarán con el cuidado de tus hortalizas.

 

• PH de la lechuga hidropónica

Mantener un pH balanceado es ideal para el cultivo hidropónico de lechuga, teniendo en cuenta que su desarrollo requiere de condiciones ideales. Lo ideal para mantener el pH de la planta en la medida que se requiere, también es importante mantener las raíces de la planta a oscuras

 

No debes pasar por alto, que la función del pH es conseguir que la planta asimile los nutrientes y no se dañen las raíces. Para los cultivos de lechuga hidropónica es fundamental contar con un pH entre 5.5 y 6.5, un medidor de pH es fundamental.

• Cuidado y cambio de agua

Teniendo en cuenta que el agua es el medio de desarrollo de la planta de lechuga, se necesita tener control en la calidad de esta. Para ello es fundamental realizar cambios de agua cada 15 días, y verificar si no existen agentes dañinos que lleguen a afectar el desarrollo de la planta y manejar una base nutritiva equilibrada con una concentración promedio de 1200 uS o 600 ppm.

 

Es válido resaltar, también, que el agua usada para la hidroponía puede tener un segundo uso que tendrá beneficios. Por lo general, esta agua se usa para rociar otras plantas  de cultivos en tierra, esto con el fin de no desperdiciar ni agua ni nutrientes.

 

• Monitoreo del estado del cultivo

Una de las formas más sencillas de evitar daños directos en el estado y desarrollo del cultivo es verificar diariamente las plantas del cultivo. Es necesario para esto, llevar un registro de los datos del estado de la lechuga te servirá para conocer el estado actual de la planta.

 

Lo más recomendable es realizar visitas al cultivo de forma periódica, en donde podrás verificar el estado y el desarrollo de cada planta. Además, con esto podrás evitar invertir más dinero en soluciones a daños directos a las plantas, por hongos, bacterias o por falta de nutrientes en el agua.

 

Para concluir, como con cualquier tipo de cultivos, la lechuga requiere de un entorno que le brinde lo necesario para su desarrollo. Si no conoces mucho sobre este tema y quieres unirte, existen cursos dedicados a enseñar la forma correcta de cultivar hidropónicamente.

 

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